Por esta época del año nos conectamos con la magia colectiva de dar, centramos nuestra atención en nuestras familias y amigos, empezamos a mirar hacia atrás, revisando el año que está por terminar y hacia adelante, programando el año que está por comenzar.
Es posible que durante el año se presentaran movimientos que no esperábamos en el trabajo, en la relación de pareja, con la familia, con los amigos, es posible que aún estemos desconcertados por los cambios, o que hasta ahora estemos empezando a asimilarlos, lo importante es entender que cada uno de estos movimientos se está dando en la Divina sabiduría de la Fuente Creadora, para la evolución de nuestra alma y en sincronía perfecta con cada una de las almas involucradas. Es parte del despertar de conciencia enfocarse en los aprendizajes, agradecer las lecciones aprendidas y las bendiciones que se manifiestan cuando nuestra alma se acerca un paso más al cumplimiento de su propósito Divino.
Celebrando la Navidad, hemos recordado nuestro origen Divino, la luz, la misericordia y el amor compasivo están brillando con más fuerza en nuestros corazones, acercando más y más el cielo a la tierra. Que mejor momento para respirar profundo y sentarse en silencio a escuchar la sabiduría del corazón.
"Querido Dios Padre-Madre, dame la sabiduría para entender aquello que mi mente aún no comprende, la fortaleza para escuchar mi corazón y la voluntad para poner en marcha su guía Divina, agradezco las bendiciones y los regalos que han llenado mi vida de amor y felicidad, abro mi corazón a la luz del perdón entregando todo el resentimiento que no me deja experimentar el amor Divino. Acepto y recibo ahora tu Gracia Divina que se manifiesta en todas las áreas de mi vida para seguir creciendo en el Espíritu y llevar acabo mi propósito Divino. Gracias por que así es".
¡Que el 2016 sea el año de tu sabiduría Divina!
Desde la luz que nos une,
Diana M
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